Y así son tus ojos.
Profundos como el bosque.
Alegres como la vida que hay en él,
con el tintineo de una sonrisa avergonzada,
que da paso a la más dulce mirada.
dónde el canto de los pájaros da paso a una nana.
Eres el alma de mis besos que me acuna en sus ramas.
Eres el calor que me abriga cuando tengo frío
y el frescor del verano cuando navego por tu río.

Un día de finales de primavera, Fran el 50% de Luz Neutra me dijo: «Tienes que llamar a esta pareja, he hablado con ellos y están esperando un bebé y quieren que cierres con ellos donde y como harán sus fotos de embarazada, las del bebé…» En esa primera conversación Eli me contó sus orígenes y de cómo quería que fueran sus fotos, ideas que incluían fotos con un caballo, y recuerdo que pensé “madre mía…”. Mi mente se puso a funcionar tan rápido que era imposible pararla, pero al fin y al cabo para eso estamos.

Recuerdo llegar al bosque casi al mismo tiempo que ellos, apenas los conocía salvo de un par de conversaciones por teléfono, y no sabía si las de ideas que le propuse a Eli le parecerían bien, tengo que reconocer que estaba un poco nerviosa.

De primeras lo que más me sorprendió fue la dulzura que tenían ambos, está claro que son el uno para el otro, me llevaron a sitios preciosos, que me hicieron sentirme en una película romántica donde el protagonista sería el pequeño Iván.

Me enseñaron unos lugares increíbles, y nos reímos muchísimo. A medida que la sesión de fotos iba avanzando se iban sintiendo más y más a gusto y la verdad es que yo estaba en la gloria. A medida que iba pasando el tiempo creo que la complicidad fue un punto de inflexión para dejarse guiar y hacer unas fotos únicas.

El caso es que siempre soy como un torbellino ( bien lo saben quiénes me conocen) y viendo que eran un poco tímidos los dejé que se fueran, por decirlo de algún modo, acomodando para llevármelos a mi terreno. El caso es que rompiendo su timidez fueron abriéndose poco a poco a mi cámara.

¿Fotos en el bosque? ¿Fotos en exteriores? Cuenta con nosotros

Hay veces que las mamás nos llaman con dudas. Quieren hacerse sus fotos de embarazo, pero no les gusta la idea de desnudarse delante de un extraño en un estudio. Siempre respondo con la misma frase…

«Demi Moore y su portada hicieron mucho daño, tus fotos serán solo como tu quieras que sean»

Cuando nos preguntan por una sesión de embarazo y lo que podemos proponer a nuestras mamás, la respuesta es la misma, «podemos hacer lo que quieras». Es decir, si quieres fotos de estudio o en tu casa, perfecto. Pero si quieres que tu sesión sea en exteriores, en un bosque, en el campo, en la playa, en el parque donde das tus largos paseos… perfecto. Nosotros simplemente fotografiamos a familias felices. Sin más. El escenario es cosa vuestra, más bien. Nosotros nos «conformamos» con acompañarte durante tu reportaje y ser testigos de lo más bonito: tu embarazo.

Ya lo hemos dicho muchas veces, fotos sencillas con mucha naturalidad, que expresen alegría y optimismo, que os retraten bien cómo sois, sin más artificios. La fotografía siempre ha consistido en eso, y nosotros solo somos fotógrafos.

Unos días después llegó el pequeño Iván ¡madre mía!, y toda esa dulzura que tuvieron conmigo en el bosque se convirtió en amor.

Amor de paciencia, amor de calma, todo iba fluyendo como la seda. Todo fue paz y serenidad, así da gusto trabajar.

Una cosa que tenían muy clara es que querían que sus dos perros aparecieran en las fotos, y se portaron genial a la vista está. Durante la sesión de embarazo fue imposible contar con ellos por enfermedad de una de ellas pero una vez recuperada nos dieron uno de los mejores momentos, que podremos recordar siempre.

No hay palabras para describir, cuando tienes que agradecer, agradecer por ser grandes personas. Agradecerles que confíen en nosotros, pero sobre todo por querer a nuestras cámaras de ésta manera.

Chicos quereros siempre como el día que os conocí, sois fantásticos.

-Reyes Villa, septiembre 2017